"LOS RETOS DEL PROGRESISMO"
- Colectivos Progresistas
- 11 jul 2024
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Muchas voces desde distintos sectores vienen abogando por la unidad del progresismo, articulada a un programa común, y la escogencia de candidatos en reales procesos de democracia interna que garanticen los derechos y la voluntad de militantes y adherentes.

Cuando faltan aproximadamente treinta días para que se cierre el período de elecciones internas dispuesto por el CNE, corresponde determinar la vigencia de las tesis expuestas.
1.- La UNIDAD de las izquierdas, la RC, del movimiento campesino e indígena, de sectores del progresismo, de los movimientos sociales, gremiales y empresariales a la luz de las declaraciones de algunos de sus voceros, se ve distante en toda su amplitud. Reducir la unidad solo a la denominada izquierda, considerando las tesis políticas que esgrimen, excluye a otros sectores, reduce la política de alianzas estratégica, y el programa de gobierno, tendría un enfoque reduccionista de la realidad nacional. Dirigentes de la Unidad Popular, de la CONAIE y PK han cerrado cualquier acuerdo con la RC, señalando haber sufrido persecución y que el movimiento, es una expresión de derecha. No vamos a polemizar sobre la primera afirmación, y respecto de la segunda, solamente recordare que la UP, apoyo todas las acciones del trujillato, las de gobierno de Moreno, votaron por Lasso, y ahora por elecciones, desde una aparente radicalidad le hacen el juego al gobierno de Noboa. Es una vieja táctica, que al momento es mucho mas evidente y no deja dudas de su intencionalidad.
La dirigencia del movimiento sindical, estudiantil, del magisterio y del sector público no representa sus intereses ni demandas y refleja un liderazgo inmovilizador, reduccionista, anquilosado en el pasado y que responde a intereses corporativos y acuerdos por debajo de la mesa. El partido socialista es inexistente y sus directivos se disputan la representación y un discurso que solo vive del pasado.
La unidad se ha reducido en cuanto a sus actores y nombres, pero en cambio ha ganado en certezas, respecto de sus integrantes, de su programa electoral y la elección de los cuadros que le representen. Descartada cierta dirigencia política, sindical y gremial, existe un amplio campo para articular a los movimientos de mujeres, jóvenes, educadores, ambientalistas, poblacionales y obreros del campo y la ciudad, vincularlos a un renovado discurso que les convoque e ilusione en la medida que sus peticiones sean recogidas e impulsadas.
2.- Nuestra sociedad se encuentra claramente dividida, con una fuerte fractura social, polarizada por la inoculación de odio, sembrado por afirmaciones sin sustento que construyeron en el imaginario social un enemigo social y político.
Con este relato, alimentado y amplificado por la prensa, generaron una sistemática persecución política que mantiene a gran parte de la dirigencia de la RC en el exilio, a otra con acciones judiciales prefabricadas y a la carta, y al movimiento amenazado en cualquier momento con su proscripción.
El enfrentamiento de correísmo/ anti-correísmo le ha dado grandes ventajas a la derecha neoliberal, colocando al “correísmo” como el enemigo común, no a enfrentar, sino a destruir; ha
ocultado el reparto corporativo del estado, la corrupción y la apropiación de bienes y recursos públicos mediante sucesivos globos de ensayo, distractores del debate, encubridores de los escándalos y de la realidad; la entrega y sumisión a la política norteamericana, a las órdenes de la embajada y del FMI; la ruptura de los espacios de unidad latinoamericana y el quebrantamiento del ordenamiento internacional, como en el caso de la invasión a la embajada de México; el posicionamiento de la “guerra interna” para instalar un estado de seguridad nacional, el control de la gestión estatal por las fuerzas armadas; y, sin ningún escrúpulo, anunciar y provocar la perdida de derechos, realizar negocios corporativos y familiares y sembrar un estado de violencia, miedo y desesperanza, al ser el árbitro en la disputa del narcotráfico y agente del lavado de dinero.
3.- Seguir el juego, de manera intencionada o no, que propone el gobierno y el bloque en el poder, es simplemente enfrentar el anti-correísmo desde la vertiente conservadora, cuando lo que corresponde es desentrañar y colocar en el debate, la disputa de dos modelos de desarrollo, no de dos personas o estilos de liderazgos que tratan de gobernar. Hay que evidenciar que expresan y en que diferencian, el modelo neoliberal autoritario de corte neofascista que exhibe la derecha, y el modelo de bienestar, justicia y derechos que propugna el progresismo.
Caminar hacia el centro y, es más, identificarse como de centro, no le va a permitir a la RC ni al progresismo captar al gran electorado, que pretende aislarse de la dicotomía correísmo/anti-correísmo. El éxito está en, sintonizar con este electorado, recoger sus demandas, hacerlas nuestras y defenderlas, y siendo gobierno, ejecutarlas. Para alcanzar este propósito, no hay mejor camino que el trabajo en territorio. También debemos reconocer que, ha perdido confianza en los partidos y en los políticos, porque primero quieren zanjar sus disputas, aprovecharse de sus demandas, y luego, beneficiar a grupos de poder, familiares, amigos, simpatizantes antes que dar respuestas colectivas. Ubicarse en el centro, le obliga a renunciar a algunas de sus propuestas y abre espacio a posiciones abiertamente de derecha, cosa muy distinta, permitir la participación de estos sectores y atender algunas de sus demandas, siempre y cuando apuntalen el modelo de desarrollo.
El progresismo debe estar plenamente consciente que la sociedad ecuatoriana tiene un sesgo ideológico hacia la derecha; que esta, convierte la primera vuelta en primarias, y que, en la segunda vuelta, se inclina por quién mejor represente sus intereses; que hoy, la derecha se ha radicalizado y sin ningún escrúpulo, se manifiesta violenta, defiende la reducción de derechos, se apropia de los recursos, bienes y servicios públicos, se articula a la penetración y la disputa del narcotráfico, y posesiona que su estilo de vida, es el ideal a conquistar; y, la única estrategia que esgrime, es el anti – correísmo, que tan tantos buenos resultados le ha dado, como la aprobación de la persecución política, el mantener fuera o enjuiciada a gran parte de la dirigencia, el exhibir como trofeo a Jorge Glass, y haber logrado la adhesión a su política a sectores y dirigentes de las nacionalidades, a dirigentes de la Unidad Popular y sus satélites, la UNE, la FEUE, la FESE y los dinosaurios, que se encuentran al frente del movimiento sindical.
4.- Sin renunciar a la actividad digital, debemos salir de las redes sociales, puesto que no es la exclusiva vía de escogencia de las candidaturas, para dar paso a manifestaciones presenciales y mas visibles de su militancia, adherentes y del progresismo en torno a las mismas. No importa que, la convocatoria y la votación adolezcan de errores, siempre y cuando sean de buena fe, pero ello permitirá transparentar y legitimar a los candidatos, así como unificar a la tendencia y evidenciar un gesto de democracia interna.
Lo correcto seria que el progresismo y el movimiento social y popular se adhieran a la propuesta y los candidatos de la RC, pero hay que tener conciencia que ello no va a ocurrir, la dinámica de nuestra sociedad no esta para dar este salto. Corresponde entonces, que la RC haga el llamamiento y convoque a todas las fuerzas de la izquierda, el centro y de la derecha que converjan alrededor de cuatro, cinco o seis puntos comunes que les articule.
La conformación de un gran Frente Nacional de la tendencia progresista gravitando alrededor de cinco puntos comunes a defender: Educación, salud, empleo, seguridad y fortalecimiento institucional, es la tarea por cumplir.
Es indudable que el programa de gobierno y la propuesta electoral girando alrededor de estos cinco ejes comunes, debe contar con el concurso de todos los sectores que concurran al frente, como también es necesario que, las candidaturas surjan de consenso y no desde la imposición.
Hay que reconocer que estamos en un momento de debilidad y que necesitamos del concurso de otras fuerzas sociales y políticas, asumirlo, no es signo de debilidad, lo es de madurez y de visión estratégica.
Hoy, es preferible, dar un paso atrás para luego dar dos adelante.
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