DEMOCRACIA TUTELADA: MEDIOS DE COMUNICACIÓN, INTERMEDIACIÓN POLÍTICA Y JUSTICIA, EN ECUADOR
- Colectivos Progresistas
- 9 nov 2024
- 4 Min. de lectura
En la actualidad, el rol de los medios de comunicación ha cambiado radicalmente, dejando de ser solo intermediarios de información para transformarse en actores políticos activos.
En Ecuador, esta nueva función de la prensa y del sistema de justicia ha generado una "democracia tutelada", en la que la ciudadanía pierde derechos fundamentales, especialmente el derecho a una información veraz y objetiva. Este fenómeno se relaciona con la injerencia de potencias extranjeras y élites locales, que se encuentran en los medios y el sistema judicial aliados para consolidar el poder económico y político.
Manipulación y transformación digital, el caso Villavicencio.
El asesinato de Fernando Villavicencio, político y candidato en las pasadas elecciones se convirtió en un episodio mediático que impactó profundamente en el escenario electoral. Este evento se presentó en su momento como una supuesta conspiración de la organización política de la Revolución Ciudadana, que entonces lideraba la contienda electoral a través de su candidata, Luisa González. Sin embargo, el reciente análisis del contenido del teléfono de Villavicencio ha revelado que esta narrativa fue fabricada, con el aparente objetivo de perjudicar a la oposición y favorecer a otros intereses políticos, económicos y del narcotráfico.
La transformación digital de los medios ha acentuado esta tendencia, dando lugar a una “dictadura de los medios digitales” en la que unos pocos propietarios y directivos deciden qué información se difunde y qué hechos se silencian. Los medios de comunicación imponen su propia agenda y controlan las percepciones y emociones de la sociedad, castigando a aquellos actores que no se alinean con su ideología neoliberal y de derecha, y defendiendo una democracia tutelada.
La relación entre justicia y persecución política.
El rol de la Fiscalía y del sistema de justicia en Ecuador también se ha visto comprometido en este proceso de manipulación y control. Los recientes descubrimientos han evidenciado que, bajo la dirección de la fiscalía general, se han filtrado y manipulado información reservada para atacar a determinados actores políticos. La fiscalía no solo ha fallado en su deber de proteger la institucionalidad y los derechos ciudadanos, sino que ha operado como una herramienta de chantaje y persecución, utilizando el poder judicial como arma política en épocas de crisis y electorales.
Algunos de los hechos más graves revelan cómo la fiscalía ha desviado y cambiado investigaciones para proteger a figuras del gobierno y a sus aliados, incluidos presidentes y altos mandos militares vinculados al narcotráfico. Además, se ha encubierto la implicación de figuras destacadas en operaciones de lavado de dinero y colocación de dinero en paraísos fiscales, tolerando la presencia de altos funcionarios del ejército y la policía en actividades relacionadas con el crimen organizado.
El contubernio medios de comunicación, poder económico y justicia.
Esta alianza entre medios de comunicación, sistema judicial y sectores económicos poderosos ha generado un deterioro de los principios democráticos. El discurso hegemónico de los medios ha logrado posicionar a la Revolución Ciudadana y a otros actores críticos como los responsables de todos los problemas sociales y económicos, mientras que se protegen y promueven a las figuras que sirven a los intereses de las élites locales y extranjeras. Los medios no solo han contribuido a construir esta narrativa, sino que han llevado a cabo campañas abiertas para deslegitimar los intentos de fiscalización de la Asamblea y consolidar un clima de impunidad alrededor de ciertos actores.
El resultado de este contubernio es una democracia tutelada, en la que la ciudadanía pierde sus derechos a ser informada de manera veraz y a participar en un sistema político en el que las instituciones funcionan de manera independiente y justa. Los principios de independencia de poderes y el respeto a la Constitución se ven gravemente amenazados cuando los medios de comunicación y el sistema judicial actúan como un “contrapoder servil”, en función de los intereses de los dueños de medios y de grandes corporaciones.
Conclusión
La realidad ecuatoriana pone de manifiesto una alarmante transformación en la función de los medios de comunicación y de la justicia, que han dejado de actuar en pro de la ciudadanía y se han convertido en instrumentos de control de intereses particulares. La prensa, en lugar de actuar como un contrapeso de los poderes, se ha convertido en una voz al servicio del capital y de intereses extranjeros, mientras que la justicia se ha convertido en una herramienta de persecución política. La democracia tutelada que se está consolidando en Ecuador representa un peligro para los derechos ciudadanos y la estabilidad democrática, imponiendo una visión en la que la verdad y la justicia quedan subordinadas a intereses ajenos al bienestar colectivo.
Ante esta situación, es imperativo que la sociedad ecuatoriana exija transparencia y un compromiso real de los medios de comunicación y del sistema de justicia para actuar con independencia y responsabilidad ética. Solo de esta manera se podrá construir una democracia auténtica, que respete los derechos ciudadanos y que permita el desarrollo de un sistema político.
Pedro Cornejo Calderón
Cuenca, noviembre 9 de 2024
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