¡ELECCIONES A LA ASAMBLEA: LO QUE ESPERO DE LOS CANDIDATOS PARA DECIDIR..!!
- Colectivos Progresistas
- 29 oct 2024
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En el contexto actual, marcado por una profunda crisis de gobernabilidad, económica, de seguridad y eléctrica, Cuenca y la provincia del Azuay se preparan para elegir a sus representantes en la Asamblea Nacional.

Este proceso se da en medio de una arremetida neoliberal, una lucha Inter monopólica y un panorama político polarizado, con sectores progresistas dispersos y una Asamblea Nacional deslegitimada. El gobierno de Noboa, en alianza con la prensa comercial, ha contribuido al desprestigio de la función legislativa, cargando sobre ella la responsabilidad de sus propios fracasos y posicionando a la Revolución Ciudadana como enemiga de la nación. En este contexto, los próximos asambleístas del Azuay tienen un papel crucial que cumplir.
Más allá de la dicotomía.
La narrativa predominante ha reducido el papel de la Asamblea a dos opciones: o es un apéndice del Ejecutivo, complaciente y sumisa, o es una fuerza que obstaculiza, que paraliza la acción gubernamental. Esta visión no solo es simplista, sino que ignora los complejos factores normativos y estructurales que determinan el papel del legislativo en Ecuador. La representación no equivale a gobernar; por el contrario, implica legislar y ejercer un control efectivo sobre la gestión gubernamental, sin perder de vista la colaboración necesaria para viabilizar la gobernabilidad. Esto significa que los futuros asambleístas deben tener claro que su función no es solo producir leyes, sino también revisar su calidad, asegurar su cumplimiento y supervisar la implementación de las políticas públicas derivadas.
Les corresponde también tener presente que la Asamblea debe actuar como un verdadero contrapeso al Ejecutivo, pero sin caer en la obstrucción sistemática. Su rol incluye velar por la transparencia y fiscalización de la acción gubernamental, garantizando que se respeten los derechos y las necesidades de la población. Esto es particularmente importante en un contexto donde el gobierno ha buscado desacreditar al legislativo, desviando la atención de sus propias deficiencias. El trabajo de los asambleístas debe enfocarse en recuperar la legitimidad y confianza en la institución, impulsando reformas internas para mejorar la eficiencia legislativa.
El Azuay y sus demandas: Un enfoque legislativo integral.
Los desafíos que enfrenta la región exigen que los asambleístas del Azuay promuevan un pacto social y político que priorice la vida, la defensa de la democracia, el bienestar y la plena vigencia de la Constitución. Para esto, deben responder legislativamente a problemas críticos como la migración, el desempleo y la reactivación económica, adoptando un enfoque que promueva la economía social y solidaria. Además, es necesario que protejan la vocación turística y cultural de Cuenca y el Azuay, defendiendo su patrimonio natural, histórico y gastronómico, y arquitectónico.
La infraestructura vial, sanitaria y educativa es otro eje clave. La región necesita representantes que no solo legislen para mejorarla, sino que también supervisen su ejecución. Los legisladores deben ser portavoces de los intereses de la provincia, trabajando para garantizar que los recursos destinados a la infraestructura pública sean administrados con transparencia y eficiencia, y defiendan a la región de políticas gubernamentales que le aíslen y le perjudiquen su desarrollo autónomo.
La credibilidad política en entredicho.
La desconfianza hacia los políticos, alimentada por el cambio constante de camisetas, la presencia de bloques parlamentarios de alquiler y los escándalos de corrupción, ha debilitado la credibilidad en la Asamblea y en el sistema político en general. Los futuros asambleístas del Azuay deben comprometerse a ser transparentes y rendir cuentas a sus electores, construyendo mecanismos sólidos para la relación Asamblea-electores, como el establecimiento de espacios periódicos de consulta y diálogo ciudadano. El fortalecimiento de la participación ciudadana y el control social son fundamentales para restaurar la confianza en las instituciones y para asegurar sus resultados.
La Asamblea: Su rol transformador.
Para que la Asamblea recupere su legitimidad y pueda responder efectivamente a los desafíos de la nación, es necesario redefinir su papel en el sistema político. Los asambleístas deben trabajar en la implementación de reformas que hagan a la institución más representativa, inclusiva y cercana a las necesidades de la gente. Esto implica, además de legislar y fiscalizar, construir puentes con la sociedad civil y fomentar la participación ciudadana en el proceso legislativo. Es imperativo que la Asamblea deje de ser percibida como un ente alejado de la realidad cotidiana de los ciudadanos y se convierta en un motor de cambio social, económico, cultural y político.
Para ello, el fortalecimiento de los partidos y movimientos políticos es indispensable. Las estructuras partidarias deben ser democráticas, ideológicas y formadoras de cuadros que aporten al debate nacional con propuestas coherentes y fundamentadas. La Asamblea tiene el reto de impulsar una normativa que promueva la transparencia en la financiación de los partidos y la renovación de sus liderazgos, así como el respeto a sus electores.
Los asambleístas que resulten elegidos por el Azuay deben asumir un rol activo y transformador, orientado a fortalecer la institucionalidad democrática y responder a las necesidades de la región. Esto implica superar la dicotomía entre sumisión y obstrucción, para ejercer un control efectivo y colaborar viabilizando la gobernabilidad. Es urgente que trabajen en la consolidación de un pacto social que promueva la cohesión, defensa de la democracia y atienda las prioridades del Azuay: empleo, migración, infraestructura, patrimonio y economía redistributiva y solidaria. Solo así se podrá romper con el malestar ciudadano y restablecer la confianza en la política, recuperando el verdadero sentido de la representación y dotando a la Asamblea de la legitimidad y eficacia que tanto necesita.
Pedro Cornejo Calderón
Cuenca, 2024/10/29
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