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¡APORTES PARA LA UNIDAD DEL PROGRESISMO...!!

  • Foto del escritor: Colectivos Progresistas
    Colectivos Progresistas
  • 21 jul 2024
  • 5 Min. de lectura
Pedro Cornejo Calderón - Analista Político

1.- La unidad, impone el reconocimiento de sus virtudes y límites y presupone acordar sobre puntos comunes a impulsar, sin dejar de reconocer las diferencias, teniendo presente que estas serán ejercidas en un espacio distinto al unitario.


2.- La unidad, debe convocarse a movimientos políticos, organizaciones sociales, gremiales y empresariales de izquierda y derecha que converjan en un programa común impulsado por candidatos que los represente nacional y provincialmente.


3.- La unidad, debe contar con representaciones comunes en las candidaturas presidenciales, de representación nacional a la Asamblea y al Parlamento Andino, en las provinciales, pueden concurrir con listas conjuntas o individuales.


Donde se concurra conjuntamente se deberá optar por los /as candidatos/as más opcionados de acuerdo los parámetros de común acordados.


4.- La unidad, debe contar con tesis centrales orientadas a reconstruir el tejido social y la arquitectura institucional estatal, a fortalecer el estado de derechos y bienestar, a satisfacer las justas y crecientes demandas de los movimientos de mujeres, de jóvenes, ambientalistas, y de las nacionalidades, este último caso, en todo aquello que hace referencia a sentar las bases del estado plurinacional, a enfrentar el estado de seguridad nacional implementado a pretexto de combatir la violencia común, el narcotráfico y la corrupción, e impulsar una política externa soberana y de integración de la Patria grande.


5.- La unidad, considerando que parte de nuestra sociedad es de derechas, patriarcal, racista, individualista, excluyente, que ha perdido confianza en las instituciones, en la política y los políticos, que tiene miedo y poca esperanza en su futuro, debe promover un discurso que, destierre cualquier manifestación de odio, descalificación al contrario sin que medien razones, que nos enfrente a los ecuatorianos, considerando se trata de la extinción de uno de los contendores; reemplazándolo por uno, pedagógico, que eduque, cierre las heridas, convoque a la conciliación, brinde certezas, invoque una Patria para todos, que no presupone, cerrar el debate, la confrontación y evidenciar la crisis multifuncional que nos conducido el modelo neoliberal. Tampoco corresponde realizar ofrecimientos demagógicos, ni polarizar innecesariamente a la sociedad, se trata de encontrarnos y construir un futuro en común.


6.- La unidad, debe estar segura de que girar al centro no le basta, allí pierde su identidad ideológica y política, lo que corresponde, sin dejar de representar genuinamente sus posturas, es que, en campaña busque concentrar a su voto duro y ampliar su influencia a sectores que se sientan convocados y representados por los candidatos y el programa común, y que, cuando sea gobierno, debe gobernar para todos, fundamentalmente debe implementar su programa y cumplir los ofrecimientos de campaña.


7.- La unidad, debe provocar darle vos y protagonismo a los diversos colectivos que están o se activan a nivel nacional, reconociendo su organicidad, sus particularidades, su influencia social y territorial. Debe demandar que, su independencia orgánica no le libera de su responsabilidad política frente a la unidad, las tesis centrales que se propugnan, el programa de gobierno y el apoyo a las candidaturas. Debe quedar claro que tienen libertad para impulsar propuestas en su ámbito de influencia, levantar criticas soportadas en argumentos, debatir la política y promover la formación de sus miembros, sin que ese accionar pueda entenderse como carta blanca para fomentar la división y afectar las estructuras y organicidad de las fuerzas que convergen en la unidad, lo que supone que, debe contar con espacios para canalizar las discrepancias y recoger las propuestas de diverso tipo.


8.- La unidad, tiene que suponer antes, durante y después del proceso electoral que los militantes, adherentes y colectivos dejen de utilizar sus espacios para insultar, desacreditar, promuevan el dogmatismo, el sectarismo, y desde el fanatismo inunden las redes, aportando muy poco a la unidad, contribuyendo en cambio al alejamiento y el rechazo de amplios sectores, a este tipo de activismo sin contenidos, ni visión, peor liderazgo.


Desde el purismo, el desprestigio, y el culto al personalismo cada día y a toda hora se resta el valor, presencia y protagonismo de los jóvenes, a pretexto que no están en la política y solamente responden al mercado, a los indígenas, campesinos y miembros de las nacionalidades, sin mediación alguna se les califica de derechosos y afines a los tres últimos gobiernos, y es más, desde la comodidad de sus asientos, les reclaman que traicionaron las dos últimas movilizaciones, a pesar de que son los únicos que tienen capacidad de movilización.


A las mujeres, unas veces abiertamente y otras veladamente, se les critica por las demandas que impulsan, “por los excesivos derechos” que demandan, porque ocupan plazas de trabajo, exigen igualdad en sus remuneraciones, reconocimiento a su preparación, capacidad y liderazgo para ocupar altos cargos. Frente al movimiento ecologista, no hacen un esfuerzo por conocer peor dimensionar sus reivindicaciones, consideran que, con una foto o una frase bonita, ya basta.


9.- La unidad, debe recibir por parte de los colectivos, su firme voluntad para dejar privilegiar los interese personales y de grupo, legítimos, cuando están explicitados y no encubiertos en fraseología y posturas radicales. Se ha vendido la idea que, deben girar alrededor de personas y no de intereses y acciones comúnmente acordadas, confundiendo personalismo con liderazgo y política con repetir de memoria frases cliché, o quien insulta más a nuestros opositores.


Que su valor y presencia está en reproducir y dar el mayor número de liques a videos, mensajes y post, sin ton ni son, que solamente valen las opiniones de ciertos lideres o personajes visibles, aun a costa de sus propias opiniones y visiones, que dan merito, solo a la capacitación/formación que se brinda en determinados espacios cerrados, que entregan un cartón como sinónimo de “encontrarse formados” y habilitados para ser candidatos. Lo más gravoso de esta realidad, es que son muy pocos los miembros de colectivos que se expresan y debaten posiciones, y es muy poco el apoyo y aporte que reciben.


Los miembros de los colectivos se han convencido de que la política está reservada para “algunos” y que es mejor estar subordinado, porque de esta forma no se encuentran obligados a reflexionar y se curan en sano, ante “una errática” postura, que será duramente cuestionada.


Si en los colectivos, sus miembros, se dedicaran menos tiempo a pesar en cómo ser candidato “de cualquier cosa”, en serrucharle el piso a quien sobresale, “en hacer las mismas cosas” que realizan otros con acierto, porque yo también puedo, convenga o no, estarán impedidos de crecer y consolidarse. Si a esta realidad, desde el espacio unitario se premia a unos y castiga a otros, la dispersión e impacto político será evidente y perniciosa.


10.- La unidad, finalmente debe disputar el relato político y el debate cultural, situado en la agenda pública su programa, sus propuestas y a sus actores, y no solamente respondiendo a la iniciativa y a la agenda gubernamental. El debate y la política debe dejar de ser reactiva, encargarse de lo coyuntural y responder a las decenas de globos de ensayo del gobierno para ocultar su nefasto accionar y el latrocinio a los recursos y bienes públicos.


Nos corresponde en esta coyuntura escoger candidatos desde sus propuestas, su trayectoria, su vida política y social, su capacidad, formación profesional y méritos laborales.


Pedro Cornejo Calderón

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