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El arte de hacerse el cojudo: una lección magistral de política ecuatoriana

  • Foto del escritor: Colectivos Progresistas
    Colectivos Progresistas
  • 18 oct 2024
  • 3 Min. de lectura

En Ecuador, estamos viviendo un espectáculo tragicómico con la crisis energética, cortes de electricidad diarios que duran entre 10 y 12 horas, y una planificación tan precisa que los horarios de los apagones nunca se cumplen. Se dice que “hacerse el cojudo” también puede llevar a ganar una elección. Bueno, parece que ahora también sirve para gobernar.

Pedro Cornejo Calderón - Analista Político

Para quienes no lo sepan, en nuestro país "cojudo" se refiere a esa persona ingenua, que actúa sin razonar, dejándose llevar por las circunstancias. Y vaya que tenemos una epidemia de cojudez en pleno auge. Basta recordar aquel memorable episodio en Cuenca, cuando una llamada telefónica sobre un inminente terremoto sacó a más del 60% de la población a dormir en las calles, en lo que se conoció como "la noche de los giles". Hoy, la tradición sigue viva, pero con un toque más sofisticado: una crisis energética.

Primero, se negó la existencia de una crisis. Luego, ante la evidencia de los apagones, se corrigió la narrativa: no es una crisis energética, es una crisis de agua. Claro, porque decir que no hay luz porque no hay agua suena mucho más chic. Y de paso, se culpa a todo el mundo: que si Correa dejó hidroeléctricas con fallas, que si Moreno y Lasso no hicieron las inversiones necesarias, que el Plan Nacional Energético quedó en el olvido. En fin, el repertorio es extenso y los dedos para señalar, también.

Como en toda gran obra, no podían faltar los actores secundarios. Tenemos a la ministra encargada del Ministerio de Energía, quien intenta convencernos de que 450 MW son más valiosos que los 1,500 MW de la central Coca Codo. Claro, porque en la nueva aritmética del gobierno, menos es más. Y de la noche a la mañana, 3,500 MW adicionales parecen haber caído del cielo, aunque los apagones nos digan lo contrario.

El presidente, que tuvo una breve aparición en el Comité de Crisis (cinco minutos, nada menos), ha optado por la táctica del avestruz. Tras su fallido viaje a EE.UU., donde le cancelaron una presentación en Yale, se desapareció de la escena pública. Cuando finalmente anunció una cadena nacional, no se habló de la crisis energética; en cambio, nos contó con entusiasmo sobre la destrucción de 2,000 hectáreas de plantaciones de coca, de las cuales hasta ahora solo se han encontrado dos y media.

Para tranquilizar a la población, se ha propuesto una solución revolucionaria: ofrecer préstamos para que la gente compre generadores. Porque, ¿qué mejor forma de resolver una crisis energética que privatizarla, haciendo que cada ciudadano se encargue de generar su propia electricidad? Y de paso, se recuerda a la gente que la oscuridad también tiene su encanto: fomenta la unidad familiar, el diálogo y, por qué no, la intimidad de las parejas. ¡Apagones patrocinados por el Ministerio del Amor!

Mientras tanto, las facturas de electricidad siguen subiendo. Curiosamente, pagar más por menos parece haberse convertido en la nueva normalidad. No es de extrañar que, entre apagones y facturas infladas, algunos empiecen a pensar que la crisis no es más que un teatro bien montado para justificar la privatización del sector eléctrico. Porque, si el parque térmico e hidráulico hubiera sido mantenido adecuadamente y el Plan Nacional Energético se hubiera cumplido, probablemente no estaríamos en este escenario de apagones constantes.

Como toque final, tenemos la noticia del momento: ¡sabemos el 45% de la localización de Fito, el narco que se escapó en pleno estado de emergencia! Eso sí, no queda claro si ese 45% corresponde a la cintura para arriba, para abajo, o si es el lado izquierdo o derecho del cuerpo. Lo único cierto es que, cuando se acerquen las elecciones, Fito hará su aparición triunfal, justo a tiempo para mostrar que el gobierno está "luchando" contra el narcotráfico y, de paso, echarle una mano al presidente - candidato que, por ahora, sigue en picada en las encuestas.

Así, seguimos adelante, con la crisis energética inducida, el presidente ausente y la población iluminando sus noches con velas. Porque en el arte de hacerse el cojudo, somos verdaderos maestros, y aquí, la realidad siempre supera la ficción.

Pedro Cornejo Calderón

Cuenca, 2024/10/18



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